Roberto Jiménez se propone articular “una alternativa de progreso social frente a una gestión conservadora que ya dura demasiados años”, añadiendo que esta alternativa, aunque al margen de Nabai, debe ir “más allá de las lindes habituales del PSN-PSOE”. Blanco y en botella.
La estrategia electoral del PSN, si era lógica, sólo podía ser la que Navarra Confidencial anticipaba ya en enero de este año. Una estrategia que parece confirmada por las declaraciones que acabamos de citar del secretario general del PSN.
Claves de la estrategia
Una coalición de centro-izquierda formada por el PSN, IU, Batzarre, e incluso hipotéticamente el CDN, partiría con sólo 1 ó 2 escaños de desventaja sobre una UPN mermada en escaños por la ruptura con el PPN. Podría por tanto activar a una parte del electorado “progresista” desmoralizado con la posibilidad real de un cambio. Podría incluso captar parte del voto menos nacionalista de Nabai deseoso de ese cambio.
- La jugada dejaría al margen, al menos formalmente, a la minoría radical nacionalista.
- UPN quedaría atrapada en su propia trampa, viéndose obligada a apoyar por reciprocidad a la fuerza más votada. Recordemos las palabras de Sanz ya en el año 2009: “firmaría mañana mismo que gobernase el candidato de UPN o PSN más votado”
- Si UPN no actuara con reciprocidad, negándose a apoyar un gobierno de centro-izquierda no nacionalista (invirtiendo la situación actual), entonces el PSOE-PSN podría justificar fácilmente en Navarra y en el resto de España un pacto con NABAI, del que podría responsabilizar a UPN.
La estrategia de Roberto Jiménez es agrupar una acumulación de fuerzas, en forma de coalición pre o post electoral, que consiga sumar un voto más que UPN. El PSN, además, podría gobernar más cómodamente que UPN si pudiera, como previsiblemente sucedería, formar mayorías puntuales pivotando tanto sobre UPN como sobre Nabai. Aunque formalmente fuera del gobierno, Nabai se convertiría en una fuerza muy determinante, tanto que sería legítimo preguntarse por cuál sería la diferencia respecto a si Nabai foprmara parte del gobierno. Con todas las incertidumbres que pueda suscitar, no hay otra estrategia por la que Roberto Jiménez pudiera convertirse en presidente.
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Este individuo no tiene que desvelar nada, se le ve venir…Lleno de ignorancia e irresponsabilidad, vamos un “trepa”.
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El razonamiento es bueno, pero el punto de partida irreal: una coalición de centro-izquierda formada por el PSN, IU, Batzarre, e incluso hipotéticamente el CDN, estaría muy lejos de acercarse a UPN.
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