A estos hechos se suma la polémica en torno a que Nafarroa Bai haya decidido que un concejal de ANV sea quien ostente el honor de lanzar el cohete que señale el comienzo de las fiestas. En este caso, frente a los anteriores, Nafarroa Bai sí ha mantenido una postura militante, aún enfrentándose a la mayoría democrática de los grupos del consistorio, a quienes no ha querido escuchar. El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, declaró ayer al respecto que "cualquier persona de bien no puede valorar de manera positiva" que Nafarroa Bai "otorgue el honor de lanzar el cohete anunciador de las fiestas patronales a una persona que forma parte de una organización que judicialmente ha sido identificada con una organización terrorista". Bien es cierto que, de cara al lanzamiento de cohetes, en las filas de ANV sin duda pueden encontrarse auténticos expertos en la manipulación de artefactos explosivos.

Entre las explosiones de Mallorca y el chupinazo de Berriozar.
Mientras las bombas de ETA seguían explosionando en Mallorca, Berriozar recordaba ayer en su noveno aniversario el asesinato de Francisco Casanova. Por tercer año consecutivo faltó al homenaje el alcalde de Nabai, Xabi Lasa. Aunque entusiasta de otros reconocimientos, el conglomerado separatista no es partidario en cambio de realizar actos de reconocimiento a las víctimas del terrorismo nacionalista. Algo que también ha quedado de manifiesto estos últimos días al oponerse Nafarroa Bai a que se dedicara una calle a Diego Salvá, el guardia civil natural de Pamplona asesinado el pasado 30 de julio en Mallorca.