Cuatrocientos sesenta y dos mil setecientos veinticuatro navarros podremos votar en las próximas elecciones europeas. Eso quiere decir que en teoría tenemos masa crítica de sobra como para enviar a Estrasburgo a un eurodiputado navarro en una lista 100% navarra. Lo que pasa es que este sistema pseudodemocrático de la política partidaria nos parte de tal forma que cuando llega el momento electoral no nos planteamos votar en tanto que miembros de una comunidad humana llamada Navarra sino que ponemos en juego otros esquemas dejando de lado nuestra solidaridad foral. Déjenme que sueñe un poco -es gratis- con la posibilidad de una lista única que agrupase todos los votos de los navarros. ¿No sería hermoso que pudiéramos ponernos de acuerdo todos en apoyar a esa única lista?
Ya se que la idea suena extraña, utópica o difícil, pero ¿se puede decir que sea absurda? Si al final resulta que todos los países y territorios europeos de lo que presumen es de tener amigos o convecinos en las instituciones comunitarias ¿por qué no intentarlo limpiamente? ¿Por qué no realizar una especie de elecciones primarias para elegir nuestro eurodiputado navarro y presentar después a los mas votados en una unica lista navarro-europea respaldada por todos los partidos políticos navarros? Ahí queda la idea.
Jerónimo Erro