Koos Neuvel da respuesta a muchas de las preguntas que padres y educadores se hacen frecuentemente. ¿Por qué los chicos son, en cierto modo, más difíciles que las chicas? ¿Son realmente distintos o los hacemos nosotros así con nuestros estereotipos? ¿Por qué les cuesta tanto mantener la atención y permanecer durante un rato haciendo la misma actividad? El autor se apoya en estudios científicos, incluso "experimentos de laboratorio", para explicar la razón de las diferencias entre niños y niñas. Y es que los niños no son niñas.
Estas diferencias no dependen, en su opinión, de la educación que les demos, pues nacemos con ellas, pero sí reclaman que les eduquemos de manera diferenciada. La necesidad de los niños de una constante actividad física y de retar a la autoridad, son situaciones agotadoras para los adultos, la mayoría de las veces. Las páginas de este autor pueden suponer una gran ayuda a padres, profesores, tutores y pedagogos que quieran responder de forma adecuada al comportamiento y las necesidades de los chicos y de las chicas. Una gran ayuda para entender la conveniencia de la educación diferenciada, la necesidad de la disciplina, o la importancia de los progenitores y amigos en la configuración de la identidad.