> N. C. El ejemplo del CIMA de la Universidad de Navarra encuentra imitadores. En estos días se ha inaugurado el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), que comenzará su actividad ordinaria a finales de este mes. A diferencia del CIMA, que surgió como iniciativa privada (aunque con apoyo de entidades públicas como Sodena), la institución riojana ha sido promovida por el Gobierno de la Comunidad Autónoma. Se tiene el objetivo de que sirva para impulsar la investigación y la calidad en el sistema sanitario de La Rioja y y mejorar la competitividad de la región en el campo de la salud, que como es sabido, es una de las parcelas de mayor interés económico en los países desarrollados. De modo análogo al CIMA, el CIBIR se especializará en varias áreas de investigación, entre las que se encuentran la oncología de alta incidencia en la población, las enfermedades infecciosas, microbiología molecular y economía de la salud. El Gobierno ha invertido 41,6 millones de euros en la construcción del edificio, que ocupa una superficie de 12.500 metros cuadrados. Se trata de una buena noticia, puesto que indica que Navarra está siguiendo una línea de desarrollo adecuada y porque aumentará la competencia en un entorno geográfico cercano, así como las posibilidades de colaboración entre las dos Comunidades. Sobre el CIMA de la Universidad de Navarra cabe señalar también que ha sido citado por el último número de la revista Time en relación con una investigación sobre el cáncer. En la publicación sale el Doctor Maurizio Bendandi, que trabaja en el CIMA y la Clínica Universitaria.
