¿Y SI DESPUÉS DE TODO NO FUESEMOS IGUALES? ¿Y si la menor participación de mujeres en la vida política, o empresarial, o militar, o futbolística… no fuera una discriminación que ya está durando cientos de miles de años sino una especie de tendencia puramente natural? ¿Y si el ser seres sexuados no fuera cosa del censo o del registro sino pura biología? ¿Y si lo que pasa realmente es que una mitad de la humanidad tiene un lado femenino más femenino y la otra parte un lado femenino más reducido? ¿Y si las mujeres no fueran camioneros no por incapacidad sino porque no hace falta o porque no les apetece serlo? ¿Y si el cuidado directo de los niños recien nacidos fuera una cosa más propia de la madre que del padre? ¿Y si esta predicación de la igualdad total fuera la causa de que un “macho” pegue a su compañera porque le han dicho que es igual (de bestia) que él? ¿Y si todas las cosas que pasan, la celebración del Amejoramiento, la convocatoria de la manifestación, las irregularidades de Orcoyen, la segunda javierada, el programa de Carlos Herrera o los problemas de los pequeños comerciantes no interesaran por igual a hombres y a mujeres? ¿Y si la ideología de género no fuera mas que una exageración reduccionista? Jerónimo Erro
