La tensión en Larraina sigue al rojo vivo. Basta con que hayan leído la carta al Director que publicamos ayer con las opiniones de uno de los líderes de las partes enfrentadas. Navarra Confidencial no pretende alinearse con ninguna de las dos facciones, sino simplemente tratar de explicar lo que está ocurriendo allí, de acuerdo con la información que recibimos en nuestra redacción. Tenemos constancia de que la Junta anterior dimitió porque no fue capaz de resistir la presión ante la demanda de que era necesario replantear el futuro de la sección de waterpolo. La nueva Junta, elegida democráticamente, tomó una serie de decisiones que algunos han considerado polémicas, pero coherentes con el compromiso adquirido con los socios que les eligieron. La reacción de los representantes de la sección de waterpolo ha sido desmesurada, como se comprueba por el revuelo amplificado a través de los medios de comunicación e Internet (Visiten el sitio www.larraina.org y vean el estilo). Aunque los protestantes acusan a la nueva Junta Directiva de que no dialoga y que prefiere responder con prohibiciones y medidas que les perjudican, tenemos evidencias de que su propia conducta tampoco es muy edificante. Han recurrido a comentarios agresivos, han manipulado argumentos como el de la prohibición de que entren mujeres (a ellos tampoco nunca les había preocupado esta cuestión) y quizá lo que es más negativo, han generado un ambiente muy desagradable en el club. Más allá de todo esto, incluso existen indicios de maltrato intencionado de las instalaciones para provocar una situación aún más insoportable. A estas alturas, la paciencia de la mayoría de los socios está llegando al límite y es probable que pronto tengamos noticias del desenlace. Seguiremos informando.
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