¿Cuál es la Cataluña real? ¿La de Barcelona o la de Cambrils?

El día 25, una muchedumbre se manifestaba en Cambrils contra el terrorismo islamista. Resulta muy significativo comparar las imágenes de aquella manifestación con las de Barcelona el día 26. No tienen nada que ver unas con otras. La manifestación de Cambrils es lo que hubiera debido ser la de Barcelona. Respetuosa. Despolitizada. Unitaria. Sin pancartas. Sin consignas partidistas. Las imágenes hablan por sí mismas.

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Cataluña es mucho más que los nacionalistas y el nacionalismo

¿Qué pasó para que la imagen de Barcelona el día después fuera tan distinta? Evidentemente alguien no quiso que la manifestación de Barcelona fuera como la de Cambrils y se tomó muchas molestias para ello. La imagen de Cambrils es la imagen espontánea. La imagen de Barcelona es la del Photoshop independentista. ¿Por qué íbamos a creer que la imagen de Barcelona es más real que la de Cambrils? Una cosa está clara: los independentistas quisieron primero fabricar esa imagen de la manifestación y después que fuera esa imagen con la que nos quedáramos. Es bueno que nos demos cuenta que en Cataluña, lo dicen las encuestas y lo dicen los resultados electorales, incluso los de su propio trampantojo de referendum, hay una mitad o más de catalanes que no son independentistas. No caigamos en el error, como ellos quieren, de tomar el cáncer por el todo.

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Las torpezas de Trapero y Forn

Un vídeo de Dolça Catalunya pone en evidencia el ridículo de los mandos políticos de los Mossos, Trapero y el consejero de Interior, Joaquim Forn, cuando ponemos junto y enfrentado a la realidad todo lo que nos fueron diciendo desde el atropello en Las Ramblas. Salta a la vista que ha habido muchos errores. Salta a la vista que alguna de las cosas que ahora dicen son meras excusas, para justificar a posteriori la evidencia de sus fallos. No es catalanofobia, es la realidad. No es catalanofobia señalar los errores de los comisarios políticos de los Mossos. Los Mossos hicieron lo que pudieron y lo hicieron bien, particularmente a pie de calle. El problema con los Mossos es cuando se acaba el pavimento y empieza la moqueta.

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Puesto que fue uno de los eslóganes de los reventadores de la manifestación y uno de los argumentos esgrimidos estos días, cabe recordar que a las personas asesinadas en Catalauña no las mataron los terroristas con armas vendidas por España que después les entregó Arabia Saudí. No fue una de las corbetas de “Kichi” la que irrumpió por medio de la Rambla. Los mataron con una furgoneta alquilada en Barcelona y unos cuchillos comprados en Cambrils. Se reveló también que era un falso blindaje la fe en que no hacía falta poner bolardos allí donde, en vez del PP, gobiernan Podemos, la Esquerra y la CUP. De hecho, como aliados a sueldo de Irán, es probable que el ISiS les considere particularmente más enemigos aún.

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