El derecho a tener sólo el segundo peor presidente posible

En un momento dado, por alguna extraña razón, en España se decidió que no era el momento de abrir el debate sobre la segunda vuelta electoral. Ya saben, una segunda vuelta en la que los electores eligen entre los dos más votados. En vez de eso, nos hemos visto abocados a unas segundas elecciones, que no son una segunda vuelta sino una repetición de las primeras, con los mismos partidos, lo que incluso a pesar de las diferencias en los resultados nos vuelve a abocar a una situación de dificultad para investir un presidente, sin excluir que hipotéticamente pudiera volver a haber unas terceras elecciones, o que la investidura dependa de exigencias estratosféricas de un partido como por ejemplo el PNV. Sea lo que sea que pase, además, dependerá de lo que pacten los políticos en un despacho y no de lo que prefieran los ciudadanos. Tal vez por eso los políticos prefieran los despachos a la segunda vuelta.

Lo cierto es que si tuviéramos un sistema de doble vuelta, como en Francia, ahora no tendríamos los problemas que tenemos, ni los hubiéramos tenido durante los últimos meses. Por tanto puede ser una buena ocasión para volver a pensar en ello. Naturalmente la doble vuelta también tiene sus peros. En realidad, lo que nos garantiza a los ciudadanos la doble vuelta es el derecho a poder tener sólo el segundo peor presidente de los dos candidatos posibles. Lo cual es poco o puede ser mucho, según se mire. La doble vuelta puede ser en un momento dado la ultima ratio de una mayoría social sensata, si la hay. Mariano Rajoy o Pablo Iglesias. Javier Esparza o Laura Pérez. Espíderman o Maya. Imaginen ustedes mismos disyuntivas y nombres y si preferirían poder elegir o dejar la elección totalmente en manos de los partidos.

Comentarios (3)
  1. Yo en Navarra, o en Pamplona, ojalá pudiera haber disfrutado de tener la opción a elegir el menos malo de dos. Ahora tengo lo peorcito de cada casa. Y todo conseguido en los despachos, de gente con una representatividad mínima, además de un “curioso” sentido de la democracia, cuando no mínimo o inexistente.

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  2. Oteyzerena says:

    En una doble vuelta se podrían plantear cosas curiosas, como que entre Rajoy y Sanchez, hubiese ganado Sánchez.

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  3. Ispan says:

    Desde luego espero que nunca más se llegue a tener apoyo de partidos separatistas para la investidura del Presidente del Gobierno de España.
    Espero que nunca más se llegue a la situación de un sr. Aznar tanto para depender de Bilbao y de un exjesuita separatista o de Barcelona y de un ciudadano experto en camuflaje camaleón, elegido por un periódico, ! que ojo compadre! español del año , caminito de Andorra y a los que se hizo concesiones que dudo hayan servido para los intereses de España.
    Espero que nunca mas haya en España un presidente como el sr. Rodriguez , sin necesidad que tengamos aqui que exponer su trayectoria respecto a catalanes y por mucho que ahora desde su partido quieran equiparar a Don Felipe González.
    Desde luego si eso se produce y un partido logra apoyos del separatismo para investiduras y por supuesto siempre con claras contraprestaciones , jamás debería volver a ser votado. Ni siquiera aplicando la doctrina tomista del mal menor.
    Esperemos que no se tropiece dos veces en la misma piedra.
    Y si es necesaria una tercera votación antes que depender de separatistas o antes que una coalicion extremoizquierdosa, separatismos, y demas se imponga sin idea de España y de estado, pues con cierta gente no quedaría nada del dicho de Calvo Soterlo , roja antes que rota.

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