50 cumpleaños Redín-Miravalles : Súbitas conversiones al agurparlantismo

El estatalismo omnipresente

Este fin de semana se celebró el 50 aniversario del colegio Miravalles-El Redín, a cuya ceremonia fue invitada por la dirección del colegio de Fomento la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barcos, la cual acudió el evento.

La invitación gustó más a unos que a otros pero en todo caso el acto se desenvolvió en un ambiente de respeto por todas las partes.

¿Por qué entonces se ha producido malestar por esta invitación de la dirección  (sin contar con los padres) llegando a provocar la ausencia al acto por este exclusivo motivo ?

En primer lugar, con carácter general, cabe cuestionar la oportunidad de que el gobierno tenga que estar presente en todas las celebraciones y conmemoraciones que se precien, incluyendo las de instituciones privadas. ¿No estamos creando una sociedad excesivamente dependiente de los políticos ,del estado y del gobierno de turno? Desde luego Uxue Barcos no era la única política presente en el acto, ni es la primera vez que quien ocupa la presidencia acude a un acto de este tipo. En cualquier caso, a la hora de preguntarse por la omnipresencia del gobierno en este tipo de actos, daría igual que la presidenta fuera Uxue Barcos o cualquier otra persona de cualquier otro partido.

Además de una mentalidad estatalizante demasiado presente en la sociedad hay que añadir en este caso una palabra mágica que en este caso sería “concierto”. Lo que nos lleva al segundo punto.

Si te aplauden los que oprimes, es que falta libertad

Preguntarse por el sentido de que los políticos estén en las fiestas y aniversarios de determinadas instituciones privadas es preguntarse también por el sentido de los conciertos.

 ¿Depender del concierto que te da un político te obliga a invitar a ese político a tu cumpleaños? , no tiene por qué  aunque  no es fácil molestar a un político cuando se depende de un concierto que te puede dar o te puede quitar ese político. Ni siquiera es fácil mostrar disgusto ante los ataques de un gobierno cuando se sigue dependiendo en alguna medida de ese gobierno. Más gobierno, menos libertad. Los conciertos parecen una buena idea pero al final el gobierno sigue teniendo la sartén por el mango. Es por eso que a los políticos no les gusta ni oír hablar del cheque escolar y dar el poder a las familias. El concierto es lo que te permite poder seguir siendo invitado incluso por el colegio al que estás atacando.

Hablando de conciertos, a nadie se le escapa que en cuanto dependa de un gobierno de “progreso”, sea aquí o en Madrid, se le va a quitar a Miravalles- El Redín. En este sentido, muchas familias se preguntan si ante esta certidumbre y esta hostilidad tiene sentido recibir a Uxue Barcos como si fuera una benefactora de la institución.

Si se invita a Uxue Barcos obviamente no tiene sentido hacerle un escrache o faltar a las más elementales normas de respeto y cortesía. El debate entre las familias ha sido por tanto si había que haberla invitado o no. Ahora bien, incluso entre las familias que podían entender que se le invitara, produjo cierto estupor que se produjera alguna súbita conversión al agurparlantismo coincidiendo justo con la visita de doña Uxue. En un momento dado puede caber ser más conciliador con quien te está atacando, o en otros cabe mostrar una actitud más distante, pero nunca tiene sentido arrastrase. Nunca nadie obtuvo el respeto de nadie arrastrándose.

Sí. Seguramente es una percepción subjetiva llamar arrastrase en vez de milagro al hecho de que de repente algunas personas, al paso de Uxue Barcos, se pusieran a hablar en lenguas que hasta un minuto antes les eran desconocidas y que nunca habían utilizado, como la xenoglosia en los Evangelios, pero es una percepción de sumisión al poder que algunas personas efectivamente tuvieron. Decíamos que si te aplauden los que oprimes es que falta libertad. Es verdad, pero puede ser también que falte un poco de valor. Puede que este sea un juicio un tanto apresurado o injusto y que nos encontremos ante una prudente estrategia de apaciguamiento que, simplemente, resulte muy difícil de distinguir de la sumisión. Ciertamente no se trata de comportarse como cabestros, ¿pero no hay una forma inteligente de mostrar descontento o un punto medio entre la sumisión (o algo que se le parece mucho) y el conflicto? Hay quien se lo pregunta, sin acritud, después de lo sucedido.

Algunas personas, incluso, a la luz de algunos acontecimientos recientes de los que estos misteriosos ataques de agurparlantismo no son sino uno más, se preguntan qué les queda por ver aún. ¿Un curso de irrintzis en la UN?,¿A Joseba Asirón de tertulia en el Colegio Mayor Belagua? .

Alguien podría sacar la conclusión de que aquí uno consigue hacerse más popular entre ciertos colectivos cuanto más los ataca. Esperemos entonces que ninguno de los citados en este artículo tenga el deseo de hacerse todavía más popular entre esos colectivos por ese mismo camino.

Existe, por otra parte, un camino alternativo para ganarse las simpatías de un colectivo, que es el de dejar de maltratarlo. Sería deseable que los actuales gobernantes no dieran por perdida la posibilidad de aumentar su popularidad por este otro camino.