Miguel Sanz cree que lo más lógico es que haya elecciones anticipadas

Miguel Sanz aprovechó el Día del Partido para declarar al Diario de Noticias que él cree que habrá elecciones anticipadas. Interrogado sobre esta posibilidad, Sanz explicó que “Yo creo que sí habrá“, añadiendo que “quizás no ahora pero sí dentro de seis u ocho meses, porque no es lo mismo aguantar un año que aguantar tres y nosotros tenemos que aguantar tres“. A pesar de declararse asimismo partidario de “aguantar todo lo que se pueda”, aseguró que “es muy difícil aguantar, así que lo más lógico es que se adelanten las elecciones”. El expresidente aseguró también que no ve posible que el PSN vuelva a gobernar con UPN porque tanto barcina como Jiménez “están resentidos” y remató sus declaraciones afirmando una vez más que “el pacto con el PP dificulta las relaciones con el PSN y al que no le guste reconocerlo, que se aguante”.

No tienen sentido unas elecciones para que quien las convoca quede en una situación igual o peor que la actual

Casi cualquier análisis racional de un posible anticipo electoral llevaría a la conclusión de que UPN y PSN tienen poco que ganar en tal escenario. Por un lado, es probable que ambas formaciones perdieran algo de respaldo. Por otro lado, tampoco es previsible que se produjera un gran vuelco electoral que permitiera una mayoría absoluta del centro derecha y mucho menos previsible (y deseable para UPN) una mayoría absoluta del nacionalismo vasco más IU. Cualquier otro reparto de fuerzas sería más o menos equivalente al escenario presente (probablemente con menos PSN y más Bildu), por lo que no tiene sentido hacer pasar a la Comunidad Foral por el gasto y la parálisis de unas elecciones para volver al punto en el que estamos. El propio Miguel Sanz vivió bajo su presidencia cómo Navarra tenía los mismos Presupuestos el año 2001, el año 2002 y parte del año 2003, asegurando que “siempre serán mejores unos presupuestos prorrogados y equilibrados que no unos nuevos presupuestos desequilibrados desde el punto de vista del déficit”. Navarra puede vivir con unos presupuestos prorrogados y Sanz es el menos indicado por su pasado para postular lo contrario. Claro que las palabras del expresidente pueden tener más sentido si son  interpretadas de modo mucho más malicioso.

Un sector de UPN no ve mal las elecciones anticipadas si sirven para descalabrar a Barcina

Las palabras de Sanz sí encajarían con el deseo de un sector de UPN (en el que Sanz es un referente) para deshacer el “error” de haber  apoyado como sucesora a Yolanda Barcina. Si se anticipan las elecciones y UPN no obtiene un buen resultado, presentando la imagen de la presidenta como un obstáculo para el desbloqueo de la situación, Barcina podría verse presionada a presentar su dimisión y un nuevo líder más aficionado al queso podría intentar recomponer la relación política y personal con el PSN, aunque no cambiaran sustancialmente las mayorías electorales (de hecho, el plan sólo puede ejecutarse si no cambian sustancialmente). Uno de los riesgos de la estrategia es precisamente que la actual suma UPN-PSN tan sólo asciende a 28 escaños que en unas nuevas elecciones podrían ser menos. El sector antibarcinista de UPN, con poco que perder, podría pensar sin embargo que la posibilidad de acabar con Barcina y reeditar el gobierno regional-socialista podría merecer el riesgo. No sabemos si realmente las declaraciones de Sanz contendrán tanta malicia ni ostentan semejante contenido conspirativo, pero sí parece que a menos malicia menos sentido tiene la lógica del anticipo.